Adoro las sopas y, en especial, la sopa de pescado con arroz. Desde que decidí dejar de tomar alimentos muy refinados, he ido reformando las recetas tradicionales que había aprendido a hacer con mi madre, mi tía o mi abuela, y las variaciones han resultado muy apetecibles. Así que comparto contigo esta que calienta el alma, el estómago y las manitas…